sábado, 19 de mayo de 2018

LA AFICIÓN SE MERECE ALGO MÁS

El Real Betis se duerme la siesta en Butarque y despide la temporada con derrota ante un rival en inferioridad.

Sin la tensión necesaria para competir en la última jornada, tras una temporada que se ha acabado haciendo larga, el Real Betis Balompié se despidió en Butarque con el amargor de una derrota que lo deja finalmente como sexto clasificado. Ni el adelantarse en el marcador con el gol de Campbell, ni que el Leganés jugase durante 70 minutos en inferioridad numérica despertaron a los verdiblancos de la siesta en el sur de Madrid. Ni siquiera el aliciente de que Rubén Castro pudiese lograr su récord goleador les metió una dosis de motivación a los de Setién, que aglutinaron una posesión estéril que apenas inquietó a Serantes.

Hoy se ha visto que el Real Betis ha llegado con la gasolina justa al final del campeonato y a aquella magnífica racha de siete victorias en ocho encuentros le ha seguido el conseguir un punto de nueve en los tres últimos partidos, que al menos le ha servido para asegurar la clasificación europea.

Sólo la jugada del 0-1 rompió la monotonía de un Betis que dominó el balón, pero a una velocidad que jamás inquietaba al Leganés que se ajustó en campo propio para evitar que los verdiblancos jugasen por dentro, como era su intención, y ni siquiera la expulsión de Diego Rico, por una reiterada protesta, alteró su guión.

Los amagos de Campbell o las subidas de Francis quedaban en nada ante la parsimonia con la que el Betis actuó en Butarque. Rubén Castro tiraba mil desmarques que no encontraban asociación por compañero alguno. Precisamente, de las botas del canario había surgido el gol verdiblanco. Tras un mal despeje de Brasanac, Rubén habilitó a Campbell, que arrancando desde campo propio le ganó al propio ex bético por velocidad para plantarse ante Serantes y superarlo por bajo con un remate con la zurda.

Ni esa ventaja, ni la posterior expulsión de Diego Rico, permitieron que el Betis se asentara en el partido más allá de la posesión de balón. El fútbol de competición requiere de más cosas que simplemente pasarse el balón de un lado a otro con una parsimonia que hacía imposible sorprender al rival.

Rubén Castro tampoco se fue con ese ansiado récord. El canario se despedirá del Betis con una asistencia de gol, la del 0-1 de Campbell, pero sin opciones de alcanzar ese tanto por el que llevaba tiempo suspirando. Y es que el Betis se echó un siestón en Butarque para terminar la temporada.