Ya está todo preparado para otro partido, no de los de siempre sino de esos partidos de los que ya te aprendes la fecha desde que sale en agosto el calendario. Además, este año nos jugamos, en este ocaso del campeonato, mucho más de lo que nos esperábamos, con algún que otro aliciente añadido.
Un nuevo derbi sevillano viviremos en el Villamarín en la penúltima jornada de La Liga, la trigésimo séptima. El balón echará a rodar, sábado, a las 18:30 pero el partido lo estamos jugando desde que se pitara el final en San Mamés la pasada jornada. Álvarez Izquierdo, del colegio catalán, un viejo conocido para los nuestros, será el encargado de dirigir el encuentro.
Como es habitual en los partidos que disputamos en nuestro feudo, Quique Setién facilitará la lista de convocados el mismo día del partido.
Una señal de las ganas que tenemos los béticos de hacer algo grande este sábado se ha demostrado hoy. El estadio ha acogido a 6000 personas para presenciar un entrenamiento, no era un entrenamiento cualquiera, era una sesión preparatoria previa a una cita tan importante como es el Gran Derbi. “Ves el comportamiento de tu afición, lo que representa esta masa social para el club. En un día como hoy, por la mañana, han hecho un esfuerzo para venir y dar los ánimos necesarios para afrontar el partido de mañana. Palpar ese sentimiento que a todos nos conmueve, porque esto no es normal. Sabes el significado que supone, la alegría que le puedes dar a miles de personas por un hecho puntual como es el partido de mañana”, decía Setién al término del entrenamiento.
Además, el míster cántabro hablaba así del rival de mañana: “No deja de ser diferente o parecido a otros equipos con los que hemos jugado. Cada uno tiene su manera de ver el fútbol. Ahora la llegada de otro entrenador ha modificado algunas cosas que no tenía el anterior, pero esto es lo normal. Lo analizas, lo estudias y tratas de poner el remedio a ese fútbol que hacen y a ver si los puedes superar”.
Setién analizaba los dos últimos partidos de nuestro rival con el cambio de entrenador: “La mayoría de los rivales que juegan contra nosotros hacen más faltas que nosotros y tratan de interrumpir el juego, cortarnos esa continuidad con el balón que a veces genera espacio, porque es una manera de reorganizarse. Eso lo han hecho todos los rivales. Entiendo que cuando defiendan estas situaciones pasarán. También estará el árbitro porque puede haber una falta o muchas. Cada cual tiene su manera de jugar, a mí me interesa que el juego tenga continuidad. Es cierto que, en los dos últimos partidos, tanto contra la Real Sociedad como contra el Real Madrid, han jugado 50 minutos de tiempo efectivo y eso es una cifra relativamente baja para lo que se suele jugar. Esto quiere decir que le interesa interrumpir el juego, lo han hecho y se han jugado 25 minutos en cada parte de tiempo efectivo. En los que tenemos continuidad y podemos evitar esas interrupciones, nosotros jugamos 30 ó 32 minutos. Han modificado cosas en estos dos últimos partidos, es un equipo mucho más intenso en el trabajo defensivo y con jugadores más rigurosos a la hora de defender. Lo contemplan como algo que les está llevando a no recibir muchas ocasiones de gol y esperar su momento para salir. También he visto en muchos momentos cómo combina, cómo es capaz de hacer daño, cómo aprovechan bien los espacios y cómo definen algunos de sus jugadores, que tienen mucha calidad. Ahora es un equipo más consistente a nivel defensivo de lo que era antes. Esto visualmente se ve, luego ya veremos. Eso han sido dos partidos y ahora veremos cómo el entrenador rival afronta nuestro partido. Si nos apretará arriba o nos esperará”.
